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 BLOG DISTRITO UVE 

-El blog de los oídos inquietos DESDE 2012, por Vane Balón-

  • Foto del escritorVane Balón

LA FIESTA DE LA MÚSICA: ¿QUÉ CELEBRAR VIENDO CÓMO ESTÁ EL PANORAMA?



Cada 21 de junio se celebra la Fiesta de la Música, y desde hace años he sido fiel a una cita en la que muchas calles de España y de diferentes puntos internacionales se inundan de música en directo. Pero este año 2022 estoy inmersa en un proceso reflexivo a muchos niveles que me han sumergido desde hace meses en un proceso introspectivo importante.


En estos momentos personales transicionales no puedo parar de analizar cómo está todo alrededor en el campo profesional vinculado al ámbito musical/cultural, y francamente no sé bien qué celebrar este año muy a mi pesar -que siempre mantengo discurso positivo-...



¿Celebro el alto nivel de cancelaciones de conciertos? ¿El número elevado de grupos de música de creación propia que han abandonado actividad? ¿El machismo que aún existe en el gremio? ¿Cierres de negocios ligados al sector del directo? ¿O celebro que un elevado porcentaje de público no quiere salir de su zona de confort, repitiendo apoyo a patrones compositivos ya existentes que reinterprentan una y otra vez las denominadas bandas tributo (a las que bauticé ya por 2017 como "orquestas del siglo XXI", lee el artículo de opinión escrito aquel año ¿Hablarán de las bandas tributo cuando hayan muerto? porque ahí amplío mucho el análisis, no te quedes solo en el título)?.


«El Día de la música deberían ser los 365 días del año»

Sí, esta frase la he repetido -y sigo haciéndolo- desde hace más de una década. Ya escribía sobre la Fiesta de la música en 2011, y ya metía caña al respecto porque había entidades públicas que se colgaban medallas ese día anualmente mientras dejaban de lado el plano musical los otros 364 días restantes (en ciudades con cancelaciones habituales de directos, quienes apoyaban y fomentaban cancelaciones posaban para fotos apoyando la Fiesta de la Música cada 21 de junio...).


Considero que a fecha actual no se ha mejorado en el plano musical si revisamos condiciones económicas de artistas de circuitos locales y espacios para tocar, sino que además se ha producido un descenso de opciones en lo segundo, y una explotación sustancial de la cita anual porque se ha convertido en una marca desvirtuando lo que realmente debería significar: respeto por la música y sus creadores/as. Si analizamos presencia femenina en carteles vuelve la luz roja de alarma porque hemos retrocedido a pasos agigantados, debido a que se le resta importancia a esta problemática porque se le da prioridad a la precarización del sector tras el confinamiento. Es desesperante, la verdad.



Lamentablemente en los últimos años -agudizado tras pandemia y crisis- creo que hemos incurrido en un descrédito superlativo a muchos niveles en relación a la música en directo y a sus creadores/as: no solo no hay casi respeto por la música como profesión, también lo que hay es una desprofesionalización apabullante en el sector de la Industria Musical que hay que atajar cuanto antes a través de convenios concretos que den valor a lo que ahora mismo no lo tiene.


Por otro lado, básicamente la Industria Musical es un iceberg en el que la punta asoma, brilla y donde se monetiza, y la otra parte -que es la mayoritaria- está sumergida tristemente porque es donde se mueven el resto de opciones musicales (artistas en sus salas de ensayos) y la que considero es la verdadera escena musical estatal (no lo que venden en los medios POP-ulares, que solo son un pequeño trozo del gran iceberg).


El iceberg sumergido de la Industria Musical está más congelado que nunca

Efectivamente solo la punta del iceberg se ve resplandeciendente y profesionalizada, un pequeño porcentaje de una mastodóntica y aplastante mayoría con situaciones completamente precarizadas.


Si en la cima del iceberg de la Industria Musical se mueven millones, en el resto del conglomerado sumergido solo se mueven pérdidas económicas, cierres de salas de música, despedidas de bandas creando temas propios que llevan años en activo mientras tributos son requeridos por el público y programadores/as, con una televisión pública sin programas de música en directo, y un sinfin de medios de diversa índole tirando la toalla por no poder sobrevivir.



Así que en la Fiesta de la Música de este 2022 creo que poco hay que celebrar por mi parte, de hecho hacerlo siento que en cierto modo sería como blanquear una situación catastrófica real que asola a ese gran trozo de iceberg sumergido que supone una gran mayoría del plano musical estatal. Son tiempos de crisis que preceden sin duda a tiempos de cambio por necesidad de supervivencia...


Reconvertirse o morir: se avecina Cambio de Paradigma en la Industria Musical


Mi discurso es por primera vez en tono derrotista, es verdad, porque siento que una vez más pierde la cultura y la gente de bases, y ganan "los de siempre": quienes no apuestan por apoyar la música desde la sinceridad y compromiso verdadero.


Y en base a todo lo explicado sí que percibo que estamos en un punto de inflexión relevante, de esos que terminan definiéndose como "Cambio de Paradigma" en cuanto calen las soluciones más vanguardistas que preveo vienen para quedarse.



Ya ocurrió con las plataformas digitales, que llegaron en momentos de crisis en Industria Musical y fueron criticadas por democratizar el acceso a la música, pero hoy son complementos imprescindibles en el día a día de miles -o millones incluso- de usuari@s. Así que lo que está por venir, ya implementado en otros lares culturales creativos, será criticado pero no por ello dejará de ser una parte decisiva en el nuevo giro evolutivo que necesita el plano musical. Al final no todo mi discurso es negativo, ya que sí hay luz al final del túnel aunque se requiere visión de futuro.


Igualmente es imprescindible que estos cambios necesarios perseveren en una profesionalización completa del artista musical de manera transversal, porque dedicarse a este ámbito sigue percibiéndose en este país como que sea un hobby, todo alimentado por esa ausencia de estamentos públicos aún esquivando el papel determinante definiendo convenios profesionales que por fin otorguen ese respeto y valor profesional real que aún no tiene la música en España. Ojalá en la Fiesta de la Música del 2023 pueda celebrar que la salud musical de nuestro país se recuperó favorablemente. Este año aún está convaleciente de la pandemia por Covid-19...


 

¿Tú qué piensas sobre cómo está la situación en el plano musical? ¿Celebras la Fiesta de la Música? Cuéntame, estoy en Facebook, Twitter, Instagram... Sígueme y no te pierdas los contenidos que voy publicando allí y aquí :-)


 

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