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 BLOG DISTRITO UVE 

-El blog de los oídos inquietos DESDE 2012, por Vane Balón-

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LOS BRAZOS Y GRUFF, CRÓNICA DE UNA NOCHE DE ROCK


Texto y fotos: Vane Balón

(perdón por las imágenes realizadas con el móvil: lo mío es escribir pero sé que hay que reforzar el texto con reportaje gráfico y por eso incluyo algunas fotos, aunque sé que no tienen calidad...)


LOS BRAZOS

LOS BRAZOS y su Rock heterogéneo repleto de matices del Blues, Hard Rock, Country, música americana y actitud dejan una impronta en el público directo tras directo que no se borra jamás –confirmado en varios medios especializados que hablan maravillas de su sonido y ejecución, y con razón-.

Y si hablo de GRUFF también me quito el sombrero, con ese poderoso Hard Rock que cada vez que escucho y/o veo en directo me transporta a aquellos bares humeantes de los años ’70 en el que grandes formaciones –hoy míticas- regalaban directos esenciales para presentes.

Por este gran tándem musical puedo anotar la fecha del 25 de mayo 2018 como una de las más divertidas y fructíferas hablando de directos: divertida porque bailé hasta el final del evento, y fructífera porque disfruté al máximo del Rock presentado con aportes del pasado y presente, y eso siempre enriquece.

¿QUÉ OFRECIERON LOS BRAZOS Y GRUFF EN DIRECTO?

Diversión, energía, actitud, profesionalidad… Puedes ponerlo en duda si no estuviste presente, que a veces se tiende a cuestionar a quien habla/escribe maravillas de artistas o grupos, pero quienes acudimos esa noche a la sala Porta Caeli de Valladolid lo pasamos en grande y no admite puesta en duda posible si se tiene un ápice de conocimiento sobre las dos formaciones protagonistas.


LOS BRAZOS

Es más, por si no lo he dejado claro: el público nos bebimos con gusto todo el Hard Rock que nos fueron obsequiando sendas bandas sorbo a sorbo, canción a canción, y estoy segura al 99 por ciento de que prácticamente todo el mundo –puede haber alguna excepción, ya se sabe- quedamos impresionad@s, satisfech@s y emocionad@s con el sabor de la música ofrecida.

Y es que este tipo de borracheras sonoras son las que dejan un regusto sabroso a calidad nacional que, además, genera adicción: ¡y bendita adicción si cada vez que puedes disfrutar de una dosis musical como esta revives sensaciones como las de aquella noche con LOS BRAZOS y GRUFF!

GRUFF ABRIERON LA VELADA:

A las 22h los locales GRUFF se subían al escenario, enraizados en la faceta del Hard Rock clásico revestido con bastantes ornamentaciones provenientes de la lisergia y aportes del Blues -cada vez más notorios, algo que me encanta-.


GRUFF

Esta banda ha sufrido una evolución fascinante desde que sacaran su primer trabajo hasta llegar al último titulado “Sick” (lee entrevista que les hice hace pocos meses hablando de él, pincha AQUÍ).

Su sonido se ha recrudecido, direccionándose hacia el lado más salvaje del Rock pero sin olvidar esa ejecución personal que los hace inconfundibles.

SOBRE EL REPERTORIO DE GRUFF:

Estrenaron piezas nuevas, que van trabajando de cara a un próximo disco. En concreto fueron dos: “Summer Night”, con el Hard Rock enérgico por bandera, y “Hounted House Blues”: un temazo “bluesero” de pura raza que me fascinó.

No faltaron canciones ya clásicas en su setlist como “Bye Bye Girl”, “You Make Me Live”, “Doc’s Rock” o “The First in Hell”.

Y del último disco interpretaron cortes como “The Loser”, “Like a Bomb”, “I Won’t Fail You” o “I Know”.

EL DIRECTO DE GRUFF:

Quiero remarcar tres puntos clave en GRUFF: el primero es la ejecución de la batería, ya que suena compacta, con cambios rítmicos sutiles pero con una progresión limpia en las transiciones (principal cambio notorio respecto a anteriores etapas de la banda).


GRUFF

Otro punto diferenciador de GRUFF en directo: unos solos de guitarra poderosos, que parecen embaucar a los presentes en un viaje sin retorno hacia los prolíficos años ‘70 gracias a las ejecuciones magistrales de Jaime.


GRUFF

Y, por último: la pasión interpretativa del bajista, Óscar, complementada con la de Roberto a la voz, que se ve reforzada con la camaradería entre todos los integrantes sobre el escenario como el modus operandi de aquella noche –y de todas las citas en directo con GRUFF-.

GRUFF Y EL PÚBLICO:

El feedback con los presentes fue in crescendo conforme avanzaba el repertorio, culminando en los temas finales en los que, incluso, se llegaron a bajar a pie de pista tres de los cuatro integrantes, dejando protagonismo visual absoluto al baterista justo antes de finalizar la actuación.


El público respondió a la interactuación de la banda a partir del cuarto tema interpretado (“The First in Hell”), aportando aplausos más notorios y entregándose cada vez más a los temas ofrecidos acercándose al escenario (salvando esa zona de vacío que suele generarse entre primera fila y la banda).

La interactuación aumentando progresivamente también fue percibida en el escenario, repercutida en una comodidad notoria que hizo a Oscar (bajista) ponerse una gorra a mitad de actuación aproximadamente, y al cantante/guitarrista a bromear con frases estilo a «¡cómo se nota que es lunes!» con risas y guiños entre los integrantes de GRUFF.


GRUFF

Y llegó el momento de despedirse a las 23.10h, con aplausos enérgicos y merecidos por todo lo acontecido. Después llegaron algunos cambios de instrumentos, momento de distensión entre los presentes bebiendo cervezas y conversando para amenizar la espera hasta llegar a las 23.30h.

LOS BRAZOS SE SUBEN AL ESCENARIO:

Llegó el momento del plato fuerte de la noche: Hard Rock contemporáneo que fue servido con mucho Rock enérgico, grandes dosis de Country, Blues y Rock & Roll a discreción.


LOS BRAZOS

LOS BRAZOS son un power trío capaz de llenar cualquier tipo de escenario con las dotes interpretativas de cada instrumentista. Y en la velada que nos compete remarco que también lograron la conexión con el público que tanto les caracteriza.

De hecho no recuerdo ningún tramo de la noche referente a LOS BRAZOS en la que no hubiera algún tipo de ovación, y parte del público siempre en movimiento, incluso con las canciones más pausadas como “Tales” o “Where To Go”.

SOBRE EL REPERTORIO DE LOS BRAZOS:

“Have Mercy”, “What Should I've Done” y “Cold” fueron las encargadas de arrancar casi seguidas la velada. En la segunda pieza ya empezaban a mostrar ganas de divertimento y disfrute sobre el escenario, marcándose un baile casi coreográfico por parte del guitarrista y bajista. Y esta actitud corporal estuvo presente hasta el final.


LOS BRAZOS

Y con la tercera canción mencionada arriba terminaron abrazados los dos músicos, como celebrando la noche y eso que acababa de empezar. Se nota que estaban cómodos.

Cuando acabó la tercera pieza habló el cantante para presentar a sus compañeros, para agradecer a GRUFF todo el apoyo recibido y también dieron las gracias a los presentes.

Las propias palabras de William para el público fueron: «gracias por pagar y por venir. Vamos a presentaros cositas nuevas en las que estamos trabajando y, por supuesto, el disco "Live". Ya teníamos ganas de volver de una puta vez a Valladolid».

Hubo un espontáneo al que después le oí gritar entregado «¡lo mejor de la puta escena!», y sonreí asintiendo.

Nos regalaron dos piezas nuevas: “One Way” y “They Don't Care”. Y, por supuesto, no faltaron temas imprescindibles de su Hard Rock como “Randall” o el trío “Black Sheep”, ”Juice” y “Boogie” que sonaron unidas a modo de medley.


LOS BRAZOS

Estuvo también presente el Rock & Roll clásico manifiesto en “Say My Name”, Blues en “Tales” y esa bendita afinidad que tienen con el Country y la música americana en “The Rain”, “Not My Kind”, “Where to go” y “Magic”. Y para terminar esta parte del contenido interpretado mencionar la grandiosa versión que se marcaron del tema “Running Down a Dream” de Tom Petty and the Heartbreakers.

MOMENTOS A DESTACAR EN EL DIRECTO DE LOS BRAZOS:

Hay numerosos detalles que destacar dentro del directo de LOS BRAZOS ofrecido esa noche en Valladolid: por un lado el dinamismo sobre el escenario del binomio frontman y bajista, que no estuvieron parados prácticamente en ningún momento.

Por otra parte quiero remarcar la capacidad de conexión con el público desde el primer minuto de concierto, recibiendo feedback en peticiones para dar palmas, bailar, cantar, corear… Creo que me quedé afónica al día siguiente de mi entrega propiciada por aquella sinergia ambiental que me indujo a corear menos tímida de lo normal (suelo estar más comedida en ese aspecto).


LOS BRAZOS

Otro punto imprescindible es una particularidad que tiene el cantante/guitarrista: enfatiza partes de canciones retirándose del micrófono en momentos álgidos pero sin parar de cantar.

Esto genera una ambientación un tanto teatral al proyectar la voz rasgada y entregada al máximo, mientras es escuchada en la sala sin amplificación.

Hubo varias ocasiones en las que se produjo este momento característico, pero en la que más impronta me dejó fue en “Tales” (en el disco “Live” también se aprecia, por cierto, para quien quiera comprobar a qué me refiero).

Precisamente sobre "Tales" debo confesar que me parece una obra maestra a caballo entre Blues y balada que, además, cuenta con una serie de silencios durando microsegundos, con incorporaciones limpias al unísono que hacen de este tema un imprescindible para apreciar la versatilidad compositiva e interpretativa de LOS BRAZOS.

El feeling entre los tres integrantes no fue ningún secreto: con el baterista hubo miradas cómplices y sonrisas que atestiguaban satisfacción interpretativa tema tras tema. Y entre bajista y frontman/guitarrista pudimos presenciar numerosas muestras simpáticas del buen rollo que se gastan entre ellos: choques de puños al final de algunas piezas y movimientos coreografiados en partes instrumentales que sumergieron al público en una espiral de diversión inolvidable.


LOS BRAZOS

Por supuesto hubo falsa despedida tras la versión de Tom Petty para después regresar a tocar dos temas adicionales previa petición del público, curiosamente coreando “Oe” en lugar del típico "Otra", a lo que respondieron desde el escenario sonriendo y diciendo «nunca nos habían pedido volver con “Oe” pero nos ha gustado».

Recibieron merecida ovación cuando terminaron oficialmente el concierto a la 1.10h, y en el puesto de merchandising estuvieron durante mucho tiempo vendiendo discos, camisetas y abrebotellines mientras charlaban con los seguidores y firmaban las adquisiones.

Siempre digo que en las distancias cortas se conocen las verdaderas intenciones, y tanto con GRUFF como con LOS BRAZOS comprobé que no son solo grandes músicos haciendo Rock: son también grandes personas creyendo en el Rock que hacen, y eso, en los tiempos que corren, tiene un valor incalculable.

No te pierdas a cualquiera de estos dos grupos en directo porque será un orgullo dentro de 20 años en adelante decir que pudiste verlos :-)

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