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 BLOG DISTRITO UVE 

-El blog de los oídos inquietos DESDE 2012, por Vane Balón-

  • Foto del escritorVane Balón

UNDERGROUND VS MAINSTREAM (2/3): MULTIENTREVISTA A 17 PERSONAS DE LA MÚSICA


Texto: Vane Balón


Underground vs mainstream

Continúa la segunda parte -de tres- en el debate Underground versus mainstream que propuse desde el formato multientrevista con motivo del sexto aniversario de este Blog de DISTRITO UVE en el que te encuentras, que el pasado 28 de febrero soplaba 6 velas.

17 personas de diferentes ámbitos de la escena musical -que conocerás más abajo- respondieron a 3 preguntas que les hice, de ahí que haya 3 partes de esta multientrevista (3 publicaciones diferentes: demasiado contenido para un solo post). Te refresco la memoria respecto a la primera pregunta ya publicada -y que tiene su propio post: «¿es positivo diferenciar entre música underground -alternativa o como quieras llamarlo- y mainstream o con ello impedimos que la música de un circuito y otro llegue al público del contrario, nutriendo la desinformación musical de la realidad compositiva en España?». Lee las 17 respuestas AQUI.

Todas las aportaciones, heterogéneas pero muy interesantes, cumplían de sobra con mi objetivo marcado desde este formato: pretendo despertar debates interesantes con respuestas diferentes que permitan contemplar perspectivas distintas a las propias. Esto enriquece, y mucho. Ya ofrecí otra multientrevista, la primera que realicé, y fue a colación de la Fiesta de la Música el 21 de junio 2017: lee AQUI si te apetece.

¿DE QUÉ TRATA ESTA NUEVA MULTIENTREVISTA?

He propuesto en esta ocasión un tema fascinante, "Mainstream vs underground". A través de 3 cuestiones vas a encontrar varias perspectivas super interesantes que generan apertura de miras.

Precisamente poder ampliar horizontes en la contemplación de un tema me parece una actividad que deberíamos hacer más a menudo. Aquí en el blog de DISTRITO UVE solo lo hago en momentos muy puntuales porque conlleva mucho trabajo de coordinar respuestas, edición, etc. pero merece la pena.

Con este post van dos, falta la tercera pregunta que publicaré en otro post diferente aquí, en el blog de DISTRITO UVE, así que atent@.

¿QUIÉNES PARTICIPAN EN ESTA NUEVA MULTIENTREVISTA DE DISTRITO UVE?

Participan 20 personas del ámbito musical alternativo que especifico a continuación (orden alfabético):

1- Antonio Mautor (Bandera Negra Radio 3 / Director Mautorland webzine)

2- Bennu Hush (Obscura Management, Metal Obscura y Obscura Metal Fest)

3- Chema Gallego (La Central de Comunicación)

4- David Collados (Manager D.C. Rock Artist management / colaborador en Solo-Rock)

5- David Sobrino (Sobry Music / BIME Camp)

6- Irene López (Subterráneo webzine)

7- Iván de la Mata (Garaje Producciones)

9- Jaume Esteve (Agencia Comunica'N Roll / Baterista Manolo Kabezabolo)

10- Julen Figueras (Palabra de Rock Webzine)

11- Manuel Doval (Valladolid Web Musical)

12- Nano Ruiz (Lengua Armada sello discográfico / Fundador y guitarrista Deniro)

13- Olga Zas (Rock y Punkto Webzine / Zas Producciones)

14- Pau Navarra (CEO Blood Fire Death / Responsable de edición en Rockzone)Responsable de edición en

15- Rubén (Ruido Noise Blog y Sello Ruido Noise)

16- Txermi Gisbert (colaborador La Estadea)

17- Yayo Alonso (director Rock Más Metal Spain / Codirector Live For Madness Metal Fest)

UNDERGROUND VERSUS MAINSTREAM, RESPUESTAS A LA SEGUNDA CUESTIÓN:

***2- Muchas veces el hecho de que un grupo respetado/veterano dentro del Rock, Metal y Punk aparezca en medios mainstream parece usarse en tono despectivo («son unos "vendidos"...»), aun manteniendo la esencia compositiva de siempre: esta perspectiva afianzada en el público, ¿es culpa del mainstream, del ámbito alternativo, ambas opciones o ninguna?

Antonio Mautor: Es más de lo mismo. Nuestro país es muy tribal. Si te sales de la norma ya no vales, eres un vendido etc... Creo que es una cuestión cultural: la música debe entenderse como algo único, que debe aspirar a una difusión masiva sea del género que sea. Ahí creo que está el error, si eres extremo no puedes ser masivo, y creo que tendría que ser todo lo contrario, sea cual fuere la música que haces tú aspiración debe ser llegar al mayor número de personas. El arte sin ser conocido no existe, no creo en arte para minorías, me suena a cantinelas reaccionarias.

Bennu Hush: Si te das cuenta en METAL OBSCURA muy rara vez hablamos de las bandas respetadas o veteranas hoy en día. Bajo mi punto de vista forman parte del pasado y, como tal, debemos guardarlas a buen recaudo pero es de vital importancia dejar paso a la actualidad, a las bandas que también merecen ser veteranas y respetadas. No las considero que se vendan, al fin y al acabo es su trabajo y como tal van donde se las llama, donde ellas mismas quieren, pero muchísimas veces olvidan de dónde han salido y es cuando a muchas se les toma manía, asco… Aunque a mí me da más bien indiferencia: no doy importancia a lo que no lo tiene y para mí las bandas míticas deben quedar detrás, en el recuerdo.

Chema Gallego: En otras épocas era más bien un síntoma de envidia entre músicos. Esto sigue existiendo. Lo cierto es que todo el mundo quiere que su música llegue a cuantos más “oídos” mejor. Hay mucho trabajador (presentador/a, locutor/a, director/a, productor/a…) de “medios generalistas” que asiste a conciertos Punk (incluso en casas Okupas). Yo he coincidido, por ejemplo, en conciertos muy muy muy “Underground” con locutores y presentadoras que trabajan por las mañanas en las radios y teles generalistas. Pero claro, en sus programas como tienen otro tipo de “target” no suenan los grupos que sí llevan en sus ipod o móviles. Sus oyentes y televidentes se quedarían a cuadros al verlos o simplemente al saberlo. Hay que quitarse todos (todos son todos) los complejos. La cultura es para todos y luego tú elije lo que más te gusta.

David Sobrino: Depende de la situación. A veces se ha tratado con muy poco respeto a las bandas del Rock: desde canales y plataformas populares por el mero hecho de subirse al carro de una moda que en realidad no existe, o bien para ganar audiencias. Sin embargo, uno de los problemas del mundo del Rock, que aún perdura en nuestra sociedad, y seguramente causado a través de la represión, es que preferimos seguir en la “sombra” que exponernos a la “luz”. Nos sentimos cómodos siendo “ovejas negras” porque nos hace ser diferentes, y cuando nos incluyen en otros rebaños nos cuesta asumirlo.

David Collados: Esto es algo que ha pasado siempre y que creo que seguirá pasando. El porqué es algo verdaderamente incomprensible para mí. Puede ser que estemos en el país donde la envidia hacia el que triunfa y se abre camino a la fama, esté siempre presente. Es algo que me he preguntado muchas veces y se pueden poner muchos ejemplos de bandas como Ska-P, Mago de Öz, M-Clan o Warcry. Para muchos son unos vendidos, aunque en el momento en que empezaron a llenar pabellones más grandes y a sonar en las emisoras de tirada nacional, seguían haciendo la misma música que en sus comienzos, prácticamente.

Es posible que al llegar a un público mucho más numeroso, en algunos casos las bandas o sus discográficas sí que hayan variado su estilo, sus composiciones o su imagen en general. Pero realmente si te sigue gustando su música, deberíamos alegrarnos de que lleguen a lo más alto, de que triunfen y deberíamos decir orgullosos “pues yo les vi con su primer disco en tal o cual sala y éramos veinte personas”. Pero nunca he acabado de entender ese grupo de haters que siempre han existido y existirán, que dejan de seguir a la banda solamente porque lleguen a tocar en salas más grandes y acuda otro tipo de público. Si las canciones te siguen gustando, adelante. Ve a verles y disfrutalos.

Es cierto que se viven de manera muy diferente los conciertos en salas pequeñas que en grandes recintos. Pero de ahí a criticar a una banda por triunfar, aunque a escondidas sigas escuchando sus nuevos discos en casa, no me parece correcto. Hay que tener claro que una de las mayores aspiraciones de muchos grupos musicales, sería llegar a vivir de su música y llegar a sonar en todos los rincones del planeta. No todos obviamente. Pero la gran mayoría, creo que sueñan con ello. Y en la mayor parte de los casos, no pierden su esencia compositiva y siguen haciendo la música que a ellos les gusta sin que nadie les imponga cambiar su estilo musical.

Irene López: Pues me parece otro llanto más del mundillo, que incluso diría es infantil. ​¿Hablamos de esas bandas que, por tener una propuesta que llame más la atención (a esas revistas/webs, o al público), más medios (o directamente dinero), o que tengan una carrera detrás que les avale, consiguen llamar la atención de quienes promueven el mainstream? Porque eso es evolución, y/o suerte en el caso de tener más posibilidades económicas, etc. Pero si hablamos de bandas que pagan por salir en X medio, pues me parece que es otra forma más de intentar hacerse un hueco en un espacio en el que (supuestamente) vas a tener más atención.

Iván de la Mata: Creo que hay excasas opciones de aparecer en ese tipo de medios, por eso podría culpar al mainstream en un 90%. El otro 10% se lo voy a dar al público. Siempre nos quejamos de que en TV no hay hueco para bandas de rock y cuando salen se les suele tachar de vendidos. En cambio, puede salir uno de indie y no pasa nada. Creo que es normal –y obligatorio- que la TV dé cancha a la música, aunque ya sabemos que la “telebasura” es prime-time y los programas culturales (cada vez menos) los emiten a horas intempestivas. También hay que saber dónde te metes y para que te respeten no dar pasos en falso. No creo que salir en “Sálvame” haciendo playback sea una promo bien dirigida. Siempre hay que intentar sumar, no restar.

Iván Nieto: Diría más bien que la culpa es de los medios mainstream en sí mismos, pues ellos son los que deciden qué es importante o no y así lo proyectan al gran público. Priorización que en nada responde a la calidad de la banda en cuestión sino a la pura ignorancia o el mero interés económico.

Jaume Esteve: Cierto, este hecho se repite constantemente y así seguirá siendo. Más allá de buscar culpables creo que esta acusación viene dada por diferentes motivos y muy distintos en cada caso particular. Partiendo de la base que cada uno y cada una puede hacer lo que quiera (mientras no dañe a los demás), se entiende que no tendría que ser problema alguno que una banda dé el salto al circuito mainstream.

Pero muchas veces esto va acompañado de un incremento de precios en conciertos, en discos, en el merch, inaccesibilidad a la banda con un sinfin de intermediarios, etc. que hacen que sus seguidores se sientan “traicionados”. Si esto lo englobamos dentro del punk, que además es por naturaleza anticomercial, el desencanto es todavía más latente. Ahora bien, ¿donde está la línea que separa un circuito de otro? ¿Qué entendemos por comercial? ¿Sobrevivir de la música es comercial? Pienso que todo se distorsiona mucho, demasiado, a veces desde un lado para desprestigiar a los y las que gozan de determinada popularidad, y a veces incluso para reafirmar su propia autenticidad criticando todo aquello que no sea para minorías. Ser popular no es sinónimo de comercial, que la música sea tu vehículo para autogestionar tu vida tampoco es sinónimo de comercial, que te gastes determinado dinero grabando y tus discos suenen bien tampoco significa ser un vendido, y así podría poner muchos más ejemplos que son reales. Pero claro, esta es mi opinión y creo que esto es algo muy subjetivo.

En cuanto a aparecer en medios mainstream pues ya sabemos muchos cómo va esto en la mayoría, por suerte no en todos, pero si pagas tienes tu hueco, y cuanto más pagues más hueco tienes. El problema tendría que ser cuando dejas de hacer lo que te gusta, lo que sientes, para poder llegar más lejos o porque estás condicionado. A veces hay bandas que aun pasando desapercibidas tienen una actitud más comercial que muchas otras que están “triunfando”. A veces los resultados no tienen porqué guardar paralelismo con las intenciones. Haz lo que debas y que cada cual apechugue con sus actos. No soy nadie para señalar a un lado u a otro.

Julen Figueras: Es difícil cargar las tintas contra un público completo, pero creo que el complejo se da dentro del underground, donde existe una necesidad constante por reafirmar una identidad. Ésta pasa, precisamente, por su condición de underground (más o menos resumido en “Los rockeros van al infierno” de Barón Rojo, y repetido hasta la saciedad). Hay también cierto fetichismo de lo underground, de malditismo: ser una persona incomprendida en lo musical tiene su encanto, se es parte de un “secreto”. Así se puede entender que se juzgue a una banda no por su sonido sino por su posición en las listas, y que nos dé sincera rabia cuando una banda a la que sigues “desde los inicios” se hace grande y se pone de moda. Esa forma de juzgar da lugar a un montón de incongruencias, algunas cómicas, y también a perderse buena música por el camino.En contraste, para quien escucha la radio mainstream, ¿qué más le da lo que una banda haga para sonar como suena? El filtro no lo pone la persona, sino la radio que programa.

Manuel Doval: Esta historia ha estado toda la vida y le seguimos dando vueltas y creo que no tiene solución. Yo puedo hablar del panorama nacional desde los años 80 y si es verdad que cualquier grupo que daba el salto de un sello independiente a una multinacional se convertía en un grupo denostado al venderse al capital, aunque siguieran manteniendo su misma línea en lo musical y en las letras, a veces se le coaccionaba más en un pequeños sellos que en uno grande. Lo mismo sucedía con la prensa: en el mundo del punk estaba mal visto dar el salto del fanzine al “papel couche”. En las salas no podías tocar porque eran pijas o modernas y tenían que ser casas okupadas o similares, se puede trasponer este tema a cualquier ámbito de la cultura. En el fondo estábamos cortando las alas a la creatividad y evitando que bandas de muchísima calidad, y con muchas cosas que decir, se quedaran en el local de ensayo. Con los años te das cuenta de lo manejables que éramos. Lo principal es el contenido.

Nano Ruiz: Esto es una mala forma española, la envidia que hay en estas tierras, cuando un grupo que sale de abajo lo parte, lo consigue hay que alegrarse porque es bueno y demuestra que otros pueden también hacerlo y que además su éxito puede abrir puertas a otros. Creo que es la forma de ser de muchos músicos: el ombliguísimo, el “yo soy mejor y por qué este triunfa” ese pensamiento o sentimiento es nefasto, es una mierda... No creo que venga del mainstream: es culpa de la envidia, celos... Cada uno tiene que seguir su camino y luchar por sus sueños y si en el trayecto te encuentras a iguales y puedes ayudarles pues bien, pero estar mirando a ver qué hacen, dicen o crean los demás es de gente insana. Hay que alegrarse del éxito de tus iguales, de tus compañeros y aplaudirlo, así pienso yo que debería ser, pero a la gente le gusta criticar y no mirar con perspectiva.

También es cierto que cuando un grupo triunfa y se hace más popular o masivo la gente que los conocía al principio pierden un poco de atracción porque ya su tesoro es de todos y eso no es. De más joven me pasaba esto en ocasiones hasta que aprendí que los grupos no me pertenecen y que son libres de ir a su ritmo y de cambiar, crecer, evolucionar y desilusionarte, pero el éxito es parte del proceso y si se obtiene de forma sana es bueno.

Olga Zas: Hay música que llega y música que no llega. Lo que habría que diferenciar es si una banda confecciona su material con vistas de hacerse súper famoso y estar en las listas de ventas y si una banda saca un disco que tiene seguimiento masivo y eso les lleva a estar en lo más alto. Creo que hay mucha diferencia entre ser comercial o resultarlo. También habría que ver lo que cada uno entiende por “vendido”, claro, que es otro término que parece que no tenemos del todo claro. A mi juicio: un vendido es alguien que empieza haciendo las cosas de una manera, con una idea en la cabeza y cuando ve tirón, cambia estilo, forma, contenido y hasta ideas, si hace falta, solo por el hecho de vender. Otra cosa muy diferente para mí, es que tú hagas algo acorde con tus ideas y luego eso salga y se venda como churros… Creo que es más un tema de fondo.

Pau Navarra: Esta segunda pregunta tiene múltiples respuestas, y éstas varían según la sociedad en la que te encuentres. En nuestro país diría que este problema radica en el público, bastante pintoresco, anquilosado y con nula idea de cómo ha funcionado el negocio musical desde sus tiempos más remotos. El periodo que transcurre entre que una banda va a publicar su nueva obra, la saca a la calle y empieza su gira es de promoción pura y dura, y cuantos más medios hablen de ti, sean de la naturaleza que sean, mucho mejor te irá y más personas conocerán tu obra. En mi opinión, no tiene demasiado sentido cerrarse la puerta a según qué medios, a no ser que formen parte de la ultraderecha directamente o que promuevan ideologías que determines como perniciosas para el ser humano o absolutamente contrarias a tu forma de pensar, claro está.

Digamos que un día El País decide entrevistar a Soziedad Alkoholika… ¿No es genial que Juan pueda soltar lastre contra los fachorros que siguen persiguiéndoles y que siguen mangoneando en el Estado desde un altavoz tan tocho como ese periódico? Otra cosa sería la manipulación que el diario haría de sus palabras, pero la oportunidad está ahí y yo no la desaprovecharía. Si su música no cambia, si su mensaje no varía, ¿para qué vetar esa oportunidad? ¿Te imaginas el daño cerebral que ocasionaría que Wormed salieran tocando en La 1? Ese desprestigio hacia el supuesto vendido, hacia el que ‘antes molaba y ahora apesta’, diría que se da mucho en las sociedades mediterráneas, también suramericanas, pero no tanto en la órbita germánica o ya no digamos la anglosajona. Si Nirvana, Metallica o AC/DC se hicieron gigantescos es porque salieron en la prensa y televisión generalista sin ningún tipo de rubor, e incluso para reírse de ella al mismo tiempo. ¿Quién no recuerda esa mítica actuación de Nirvana haciendo playback con sólo la grotesca voz de Cobain en directo? Guitarras por la espalda, punk en estado puro, llamándoles a la cara ‘sois mierda pero queremos ese prime time’. En Inglaterra, Estados Unidos y demás no les temen a las guitarras, y si los poderes fácticos ven que eso vende, que Guns N’ Roses generan millones a finales de los 80 y principios de los 90, van a ir a por ellos y a intentar forrarse a su costa.

En Occidente las cosas ocurren por una razón: la pasta. No existen los milagros, los booms naturales, aunque el público español no se haya enterado aún. Si una artista tan limitada como Myrkur ha logrado ser portada de Decibel o Terrorizer no es por periodismo, es por inversión de su sello. Seamos adultos y empecemos a ver las cosas como son. Pasta, oportunidad, poder adquisitivo, mercados, capitalismo. Resulta que el Rey del Rock era blanco y la gente poco metida en el rollo ni conoce a Little Richard… Resulta que el rap sale del gueto y se hace universal en cuanto lo canta un blanquito como Eminem… Eric Clapton archiconocido mundialmente y John Lee Hooker sólo para los blueseros de verdad… Qué curioso todo, ¿eh?

Rubén "Ruido Noise": Es que en el 98-99% de los casos el que una banda de un determinado estilo o tendencia aparezca en medios “mainstream” va de la mano de un giro en su sonido habitual, ya sea por un cambio de estilo o por haber introducido elementos que antes no tenían cabida en sus composiciones, de ahí el rechazo de una gran parte de sus seguidores -como cuando un jugador de fútbol cambia de equipo- y que se utilicen este tipo de expresiones. En el caso del punk la respuesta es aún más simple: El movimiento punk siempre ha ido de la mano de conceptos como DIY, inconformismo con el sistema establecido, anticapitalismo y la huida de aquello que tenga connotaciones mainstream, así que aparecer en uno de esos medios implica una especie de traición a sus “fundamentos”. Esto último lo describía perfectamente Evaristo (La Polla Records) en el año 84 en la letra del tema “Muy punk”.

Txemi Gisbert: Creo que es fruto de un momento social por el que se pasó hace ya unos años y por el que continuamos pasando ahora. El Rock, y sobre todo el Metal y el Punk (y por supuesto sus derivados) han pertenecido siempre a las minorías, a un público determinado y crítico, interesado en propuestas arriesgadas, comprometidas en valores, con una finalidad mucho más cercana al arte o la subversión, que al gusto popular o a los impulsos del mercado. Quizá nos hemos dejado llevar demasiado por las consignas y los ideales, pero también es verdad que el negocio lo ha ensuciado todo. Y claro, existe un recelo. El metal está cada vez más presente en el mainstream, en anuncios de televisión, en realities musicales y eso, podría ser la consecuencia de que realmente ha sido un estilo marginado y que ahora empieza a ver la luz, pero ya lo dijeron los Slipknot, (un ejemplo de principios del underground convertidos en mainstrem), "People Equal Shit". ¿Culpables? La gente, en general, inmersa en una sociedad de consumo, rápida, de usar y tirar y que no se para a pensar en la esencia de las cosas. Y mucho menos en la esencia de la música.

Yayo Alonso: Respecto a la aparición de bandas en medios "mainstream" y a cómo ciertos sectores llegan a criticarlo, más que ser un problema de la música en si misma lo es del público y de quienes hacen de críticos, saturados de clichés y acostumbrados como ninguno a criticarlo absolutamente todo, como si esa fuese la norma. Si en el 2017 aun no entendemos que la música, además del aspecto artístico implícito, es un producto comercial como cualquier otro, mal vamos. Si además, no asimilamos que una banda se gane por reconocimiento y méritos propios llegar a los medios, al gran público y al mercado, creo que confundimos todo absolutamente. La única manera de que esta industria sobreviva -he dicho industria- es comercializando el producto final y para conseguirlo, tiene que tener la mayor visibilidad. Secretos en esto hay pocos, tanto su nacimiento como su muerte como industria y por lo tanto como escena con escenarios, dependerán del mismo factor, el dinero.

Falta la tercera parte de la multientrevista, ¡la publicaré pronto!

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