Al escuchar música que te gusta se activan una serie de circuitos internos que varían en función de las personas, y quiero contarte lo que me ocurre a ver cómo lo experimentas tú. Además, te muestro música que escucho a menudo.
Desde luego si hay algo común en disfrutar de este hermoso arte sonoro es que un bienestar recorre cuerpo y alma, pudiendo llegar a un estado de consciencia casi superior en función del estilo concreto.
Me gusta abordar aspectos profundos girando en torno a la música, y te recomiendo repasar artículos como ¿Qué banda sonora marcó tu vida y por qué? o Las bandas tributo siguen vendiendo y despiertan odio: ¿deberían desaparecer? y curiosidades como Esta música para niños y niñas te encantará: sal de las canciones infantiles o Preso en la cárcel de Villanubla y con proyecto musical interno: habla Terre, artículo que forma parte de la sección El poder sanador de la música.
PRINCIPALES SENSACIONES QUE VIVO AL ESCUCHAR MÚSICA
Independientemente del estilo que esté sonando, hay algo especial que se activa en mí en cuanto suenan las primeras notas de cualquier pieza que me gusta, y es entonces cuando la magia empieza a obrar de las suyas.
Rápidamente mi atención se queda completamente prendida de la canción y ya no existe nada más alrededor: una burbuja casi extrasensorial me atrapa y me introduce en la línea tanto instrumental como vocal, permitiéndome disfrutar de todos los matices y capas sonoras que compongan la pieza. Durante el tránsito de la escucha se esfuman preocupaciones y pensamientos intrusivos: es un perfecto ejercicio de meditación despierta y, si la escucha la hago con cascos, la concentración es tal que logro evadirme del contexto espacial en el que me encuentro; es una sensación mágica que me relaja, independientemente de lo que esté sonando -sea música extrema o muy melódica-.
Eso sí, hay dos estilos sonoros que no me gustan, pero no es porque no atiendan a calidad o a cualquier otro aspecto: simplemente es que no he aprendido a apreciarlos como sí lo hace gente que entiende los entresijos, y me ocurre con el jazz y con el flamenco... Todo lo demás es asumible por mis orejas inquietas y lo disfruto en mayor o menor medida -sí, incluso trap que estoy descubriendo opciones muy interesantes, ritmos latinos, etc.-.
Cuando al escuchar música se trata de opciones que percibo de calidad comienza un ritual común a todo y que no cambia. Va por este orden:
Me centro en los matices concretos para definir lo más exhaustivamente posible qué es lo que estoy escuchando; posiblemente se trate de deformación profesional.
Después del análisis previo relajo la parte de atención para abrir el acceso al ámbito emocional y comprobar qué despierta en mí:
Nostalgia si son piezas clásicas o conocidas contemporáneas: incluso me permiten viajar atrás en el tiempo resctando emociones concretas que viví en el pasado cuando las escuchaba de más joven, trasladándome a mi adolescencia o infancia -incluso- según cuáles. Un ejemplo: MIKE OLDFIELD.
Alegría si son piezas de proyectos recientes que he descubierto: es fascinante dar con música que merece la pena y que corresponde con nuevas generaciones. Un ejemplo: GLASS SPELLS.
MÁS COSAS QUE ME OCURREN AL ESCUCHAR MÚSICA QUE ME ENCANTA
La música me inyecta energía generando ganas de actividad si se trata de opciones dinámicas como rockabilly (y punkabilly, psicobilly...), hard rock, ska, metal melódico en sus variantes no extremas (metalcore sobre todo es de lo que más me gusta), hardcore punk, etc. No es la primera vez que esperando al autobús o de pie en una de las líneas me muevo al ritmo de la música que estoy escuchando y sin darme cuenta. Un ejemplo pueden ser piezas de Penadas por la Ley, Seiskafés, I Prevail, Docka Pussel, Teksuo, Eternal Psycho, The Hellhates, Pardo, Hermana Furia, Free City, Los Brazos, Hiranya, The Kleejoss Band, Bárbara Black, Las Wonder, Imminence... He creado una lista en Spotify con esta variedad sonora que me encanta y espero disfrutes:
Experimento descarga adrenalítica de la mano del black rock y silver rock, que despiertan en mí ganas de gritar y soltar rabia riot grrrl con canciones de BALA (pude verlas en directo, lee crónica AQUÍ), AGORAPHOBIA, BONES OF MINERVA, ROSY FINCH, LE MUR, ÁRIDA...
Purga de enfado o frustración que me deja como nueva si se trata de música extrema como grindcore, death metal, black metal, etc. y muchas veces esa purga deriva en descarga de adrenalina con headbanguing o baile enérgico -en mi casa, ojo, que en conciertos soy muy comedida, jajaja-. MANO DE PIEDRA es un imprescindible en este apartado.
Si te hablo de música instrumental (post rock ya sabes que es mi estilo favorito si me sigues desde hace tiempo), se enciende la purga emocional que muchas veces desemboca en textos viscerales emotivos y/o reflexivos como los que ofrezco en el blog personal Sopa Frita en mi Cabeza. Encabezando la lista de opciones ligadas a post rock se encuentran MONO, CASPIAN, ASTRALIA, AUDIOLEPSIA, HYEDRA, SYBERIA, DERIVA, TOUNDRA, MENISCUS, EL ALTAR DEL HOLOCAUSTO, SIGUR RÒS, JAKOB, FRIEDA'S STILL IN LOVE, THE AMERICAN DOLLAR, BAULTA, GOD IS AN ASTRONAUT, OH! HIROSHIMA, THIS WILL DESTROY YOU, IF THESE TREES COULD TALK, LE TEMPS DU LOUP, MAYBESHEWILL, JARDÍN DE LA CROIX, BALMORHEA, ONE FOR APOCALYPSE, RUSSIAN CIRCLES, ... (algunos nombres ya no están en activo pero sus obras son inolvidables). Te recomiendo repasar el artículo sobre post rock en el que expliqué matices sonoros e integré una lista en Spotify con más de 24h de escucha que te pongo a continuación:
Y a ti, ¿qué emociones te despierta escuchar música? Cuéntame en redes sociales y genero un artículo con las aportaciones ;-) Estoy en Facebook, X (Twitter), Instagram, Tiktok... :-)
TE PUEDE INTERESAR LEER EN BLOG DISTRITO UVE:
¿HABRÁ RELEVO GENERACIONAL EN EL ROCK? REFLEXIONO CON CARIÑO PARA QUIENES CREAN MÚSICA