Existe un perfil muy definido dentro de la escena del Rock y del Metal con un carnet de rockero y metalero que se dedica a imponer sus gustos musicales por encima del resto, sin pararse a pensar que existen opciones muy buenas -de calidad- aunque difieran de sus gustos personales. Ese carnet de rockero y metalero lo único que acredita es tener una visión musical muy cerrada...
Antes de seguir con el artículo de opinión al completo, sin añadir nada al contenido original más que esto que va en granate -también algún pequeño apunte- y anuncios insertados, quiero contextualizar bien origen y consecuencias de haber publicado este texto en su momento: el artículo data del 3 de noviembre 2017 y me costó ser expulsada de algunos grupos de Facebook relacionados con el metal, así como recibir incluso insultos varios, siendo todo esto una muestra fehaciente de que hay bastante mente cerrada y poca autocrítica en un ámbito musical altamente machista y bastante sectario.
Muy a mi pesar escribo este añadido en granate, señalando una escena con conocimiento de causa, ya que escucho metal desde hace muchos años, lo he divulgado en diferentes sitios desde 2010 a través de crónicas de conciertos, reseñas y colaboraciones en medios, etc. y he participado en diversos eventos relacionados con metal extremo. Me gusta la música metal - escisiones contemporáneas las que más -, y es duro mantener contenido reflexivo años después del escrito original... Pero si queremos avanzar hay que poner el foco en lo que no va bien para buscar soluciones y evolucionar. ¿Y por qué rescato este texto?: porque han pasado 6 años y no percibo demasiado avance.
Una de las máximas que defiende el metal es la unión, la camaradería, pero en la realidad si no pasas por el aro o criba de quienes parecen tener ese carnet de rockero y metalero te quedas fuera y recibes un castigo como en mi caso expulsión de grupos de Facebook -otras veces pueden ser vetos más notorios-. Aquello me sirvió para entender mejor que no somos lo que decimos: realmente somos lo que hacemos, y aunque vayas de progre y/o buena persona, o lo demuestras con actos o las palabras no te van a convertir en lo que no eres.
El metal sí es camaradería y sí hay peña que así lo vive, pero aún hay mucho que pulir para que la mayoría de actitudes cuestionables pasen a ser minoría, y para que los carnets de rockero y metalero pasen a romperse a la vez que la estrechez de miras. Estamos en 2023, han pasado 6 años repito, y puedo asegurar que poco ha cambiado lo abordado en este artículo del 2017, por eso lo rescato para que desde la reflexión y la autocrítica con perspectiva se despierte -al menos- cuestionar situaciones y actitudes. Sigue leyendo el texto íntegro.
DESDE LA AUTOCRÍTICA ENFOQUÉ ESTE ARTÍCULO DE 2017
Yo misma he pasado por una etapa de creer que lo que escuchaba era lo bueno y, si no cuadraba con mis gustos, entonces lo tachaba de basura y me negaba en rotundo a pegar la oreja fuera de mi zona de confort. Este artículo de opinión lleva una carga emocional importante como otros artículos aquí publicados (¿Gratuidad igual a desprestigio? es un buen ejemplo), porque escribir sobre una actitud negativa que un@ mism@ ha tenido no resulta fácil...
Me paro a pensar en mi actitud de hace 15 o 16 años -ahora tengo 33 años (era 2017, ahora en 2023 hago 39 años)- y ante la pregunta "¿he tenido carnet de Rockero y metalero?" solo puedo agachar la cabeza y confesar: sí, he tenido ese carnet pero lo rompí con el paso del tiempo -que va otorgando un poquito de perspectiva- porque estaba equivocada creyendo que lo que a mí me gustaba era lo único bueno que existía...
Rectifiqué, ¿y cómo lo hice? Aquí, en el Blog de DISTRITO UVE creando contenido diverso desde 2010, aportando crónicas de conciertos de estilos diversos desde 2011, reseñando música variada (Imprescindiscos) desde el 2013 dentro de la amplitud del Rock, Metal y Punk sin limitaciones (porque hay cientos de etiquetas dentro... ¡cientos! Y yo creyendo en mi adolescencia que no...). Añado que divulgué contenido diverso hilado por calidad también a través del podcast Is My Sound entre 2013 y 2015, colaboraciones en Radio 3 Extra y RTVE entre 2018 y 2021 inclusives, reseñas en revistas impresas entre 2018 y 2020 (Rock Estatal y Mondosonoro Galicia CyL) y actualmente desde podcast Distrito Riot desde 2021.
¿QUÉ ES EL CARNET DE ROCKERO Y METALERO?
Se trata de una credencial ficticia que parecen tener muchas personas, tanto en el plano físico como en el plano online (en esas queridas/odiadas redes sociales). A veces son músicos, en otras ocasiones se trata de gente profesional del sector (desde managers y programadores/as hasta redactores/as, etc.) y también personas que les gusta la música Rock, Metal y Punk.
Este perfil se encarga de defender por encima de todo su perspectiva, pisando la de los demás y criticando todo lo que choca frontalmente con su punto de vista. No dejan lugar en sus orejas a otras escenas porque consideran que es mierda y menosprecian por inercia todo lo que no tenga que ver con sus gustos.
¿Aún no sabes de qué perfil se trata?: me dirijo a esas personas arrogantes que necesitan dar lecciones de "criterio musical" como si fueran eruditos, jactándose de su "valía" y conocimiento -mayormente en redes sociales- tratando al resto de gente como si fueran inferiores -o casi idiotas a veces si el/la del carnet tiene muchos humos- por no pensar igual...
3 FRASES BÁSICAS PARA DETECTAR AL QUE TIENE CARNET DE ROCKERO O METALERO:
«Eso es música para niñas»: dicho en tono despectivo refiriéndose a música melódica, da igual de qué tipo sea. Esa frase es mencionada muchas veces por personas veteranas, de la vieja escuela, aunque puedes leerla y escucharla en otros perfiles menos curtidos sin ser tampoco adolescentes. Si se trata de un cabeza hueca puedes leer o escuchar «eso es música para maricas» -cada vez en más desuso pero todavía existen...-. Los de la "Generación Y" (denominados Millennials) directamente tiran del emoticono shit (icono de mierda del Whatsapp) o el de la cara vomitando.
«Eso ni siquiera es música»: pronunciado en tono elevado y con aspavientos de por medio cuando logras que escuchen unos poquitos segundos de lo que quieres que oigan, intentando mostrar que también hay calidad en escenas que odian a muerte.
-«¿Pero tú has escuchado este grupo que te digo? Ese sí que es bueno, no lo que tú me intentas vender»: aquí la euforia se apodera de ellos y el tono está entre jocoso y orgulloso. Siempre antepondrán lo suyo a cualquier opción que le intentes mostrar. Imposible lograr que te presten atención, aunque les des razones de peso para hacerlo... No insistas, es misión imposible.
¿TE PUEDES FIAR DEL CRITERIO MUSICAL DE PERSONAS PRESUMIENDO DE CARNET DE ROCKERO Y METALERO?
El saber popular dice "dime de qué presumes y te diré de qué careces", y la razón no falta: si defiendes lo que te gusta tirando por tierra lo que difiere de tus preferencias, estás lanzando con ello un claro mensaje perjudicial que provocará bastante rechazo entre personas buscando un criterio fiable.
No niego que hay mucha gente con ese supuesto carnet de rockero y metalero que tiene una cultura alucinante en el terreno musical defendido a muerte estando incluso especializad@ en ello -es cierto y chapó-, pero fuera de sus preferencias esa misma gente no tiene ni puta idea de lo que se cuece, y no hay personas atentando contra su incultura musical fuera de sus propias fronteras... Aunque me pregunto qué le parecería probar de su propia medicina a este perfil...
Por último insisto: no te -y no me, que la autocrítica es muy importante para seguir avanzando- hace mejor persona, mejor músico, mejor profesional o más inteligente o más guay, etc. o con mejor criterio que te guste el Rock, el Metal o el Punk en sus diferentes variantes, ni tampoco te convierte en lo contrario que te gusten estilos melódicos: lo único que definirá si tu criterio musical es mejor o peor es la capacidad de escuchar la propia música y valorar la calidad de la misma sin prejuzgar por el mero hecho de pertenecer a un determinado ámbito. El carnet, creo yo, mejor dejarlo para la biblioteca :-)
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