El divorcio es un proceso complicado, tanto para quien toma la decisión y la acomete como para quien recibe la petición y no le queda otra opción que resignarse a todo lo que conlleva la nueva situación.
En esta quinta historia encuentras a Lola Martínez, una mujer que cuenta su vivencia porque quiere contribuir con visibilizar el dolor de esta situación cada vez más presente en la realidad social y familiar de nuestro día a día. Seguro que conoces a alguien que estuvo casad@ y ya no lo está, o incluso eres familiar de alguien. En mi caso formo parte de este segundo caso.
Mi hermano se divorció en 2021 tras estar 22 años casado, así que cuando Lola quiso hablarme de su vivencia se lo agradecí mucho. Según relata Lola, su proceso fue relativamente llevadero, y también en el caso de mi hermano las cosas fueron "llevaderas" sin ser un divorcio conflictivo, pero el dolor que genera todo el proceso tanto en las dos partes implicadas como en las familias a las que pertenecen es necesario abrirlo más.
La historia de Lola es la quinta en pasar por aquí, en sección semanal "El poder sanador de la música" de este blog de Distrito Uve. Aquí la programación inclusiva siempre está presente en todos los contenidos manejados.
REPASA HISTORIAS YA PUBLICADAS
La primera historia emocional aborda el burnout musical y superación familiar de Waca Gerkins, bajista del grupo hardcore Wombats Revenge. Te invito a leer esta vivencia en Burnout musical y superación familiar: El poder sanador de la úsica #1 con Waca. Después llegó la vivencia sobre salud mental con EME DJ hablando sobre su ansiedad y fobia social. Luego la historia de superación siguiente aborda el cáncer de pecho y tratamiento con testimonio de Silvia Martín y la de la semana pasada corresponde a Francis Taza y su duelo ante muerte de padre y madre.
Para conocer mejor el origen y más historias que pasarán por esta sección cada semana, te invito a leer el artículo Estreno El poder sanador de la música.
Igualmente ausculta contenido en sección Curiosidades donde hay artículos como ¿Dejarías de escuchar música por su ideología? o Música para estudiar: selección de 4 listas de Spotify que te van a ayudar o La importancia del lenguaje inclusivo en la música y en todas partes: experimento revelador.
¿QUÉ SUPONE EL DIVORCIO PARA LAS DOS PARTES DE LA PAREJA QUE SE ROMPE?
No existe un manual común para los divorcios, ya que cada uno es diferente y los sentimientos vividos desde luego varían según la experiencia que haya sido más o menos traumática. Tengo claras varias cosas: en un divorcio no hay vencedores/as y vencid@s... hay dolor emocional intenso. Tampoco hay mal@s y buen@s: una relación que se rompe atiende a una situación que no funcionaba, y alguien tiene que tomar la decisión. Es duro aceptarlo, claro que sí, pero es cierto que dilatar algo que realmente no está bien solo genera mayor dolor ante el aguante y ante el paso del tiempo anegado de dificultades para el entendimiento.
Sin duda varían las emociones en cierto modo para quien deja y para quien recibe la decisión: los sentimientos que se mueven difieren, ya que en el primer caso predomina la vergüenza y culpa ante la toma de decisión que rompe lo que ya estaba establecido, y para quien acata la decisión cuenta con sentimientos de rencor y odio por encontrarse ante una situación que a priori no se esperaba -o sí sabía que podía ocurrir pero no quería tomar la decisión por esa culpa que menciono, por miedos...-.
A pesar de contar con diferencias emocionales, sí existen una serie de etapas que se manejan en las dos partes y que se plantean comunes a todos los procesos:
Trauma de la separación: en esta fase inicial la tormenta emocional empieza a gestarse con fuerza. Preguntas sobre "por qué", "qué hice mal", "cómo no me di cuenta antes", etc. confluyen en las dos partes.
Montaña rusa emocional: las emociones a flor de piel marcan constantemente momentos de recuerdos con momentos de dudas. Se genera una revisión intensa del proceso hasta llegar al divorcio materializado, con preguntas como "¿hice bien?" o "¿una segunda oportunidad podría servir para arreglarlo?". Son dudas completamente normales, pero ante este cuestionamiento siempre hay que valorar todo lo que llevó a la ruptura. Quien dejó debe buscar cuál fue su detonante para tomar la decisión de romper, y quien fue dejad@ debe explorar todo aquello que no le hacía feliz. Los recuerdos entrañables ganan fuerza y hacen dudar, pero en otros momentos ante la búsqueda de quién ha tenido la culpa esa añoranza se diluye rápidamente. Es bueno sentir, pasar por todos estos momentos contradictorios y ante todo no mentirse: si una relación llevaba mal años, romper era la única decisión posible, y quedarse con los buenos recuerdos ayudará a mitigar el dolor de todo lo malo que también se vivió. Esta purga emocional permite avanzar.
Nueva identidad: toca volver a reestructurar la vida, ya que tal y como la habías conocido en pareja se termina. Es momento de replantearse la rutina, el día a día de manera individualizada, y aquí se abren nuevas oportunidades. Mucha gente descubre aficiones, otras personas retoman las que tenía olvidadas. Hay quienes generan una segunda adolescencia y con ello desarrollan una incapacidad de compromiso, y otra parte descubren lo que no quieren volver a vivir en una relación. El nuevo "yo" se va forjando día a día tras las dos anteriores etapas. Aquí el dolor emocional que va y viene de la anterior etapa se va quedando atrás y se va estabilizando.
Reafirmación: aquí ya no eres la misma persona que fuiste casada, por eso has experimentado un proceso de transformación que te ha llevado a depurar qué quieres, qué no, y a descubrir cosas nuevas que ni siquiera sabías que te podían gustar. Todo eso ha venido para quedarse, y está muy bien para establecer prioridades y evitar caer en los nuevos errores dentro de relaciones que puedan surgir. Si todo el proceso ha incluido la autocrítica, la evolución está materializada, quedando atrás aquella versión que fuiste y reafirmando con ello tu nueva versión.
EL DIVORCIO, MI VIVENCIA COMO FAMILIAR
Aquí hablo desde la experiencia propia, como hermana que vivió el proceso de divorcio con cierta intensidad ante las emociones despertadas. De manera completamente inesperada un mes de febrero del 2021 nos llegó una noticia que me dejó en shock. Aun por las formas de cómo aconteció todo, sé que lo mejor que les pudo pasar a mi hermano y a mi excuñada fue separarse definitivamente porque no eran felices, y eso estoy segura de que les generaba dolor a las dos partes. Tomar la decisión de romper relación duradera, y más con hij@s de por medio, es durísimo, pero siempre es mejor ser valiente y romper que mantenerse en la toxicidad del nulo entendimiento.
Desde luego fueron meses muy duros, pero que los fines de semana alternos empezásemos a ver a mi hermano y sobrinos de manera habitual fue clave para rehacer unas relaciones afectivas de mis sobrinos con la familia paterna que eran escasas desde hacía demasiados años. Desde el divorcio cambiaron a mejor, y ese acercamiento me ayudó a sanar más rápido mi herida emocional producida por el divorcio, ya que era algo positivo dentro de una situación aparentemente negativa -una ruptura parece serlo al principio, pero cuando ves que por separado están mejor te das cuenta de que es lo mejor-.
Realmente quienes estamos alrededor de las dos personas implicadas en la ruptura sufrimos mucho porque tampoco sabemos cómo estar, ni cómo hablar, ni qué decir... Todo es diferente de la noche a la mañana aunque no tuvieras tampoco una relación profunda en el momento del divorcio. Es curioso porque esa ruptura me ayudó a retomar por completo relación con mi hermano -que no era buena desde hacía más de una década-, así que con el paso del tiempo di gracias a todo lo vivido. Pero al principio ver a mis sobrinos afectados era duro y no sabía bien que hacer o decir, así que me refugiaba en las bromas para aliviar tensiones. No sé si funcionó, pero me ayudó como mecanismo de supervivencia emocional y también como bálsamo para ellos -creo que agradecían aquellas risas, al menos como desconexión-. Hoy todo está estable, y con perspectiva del paso del tiempo mantengo que fue una decisión acertada para su bienestar emocional y evolución personal.
Si estás leyendo esto y te ves en situación similar, mi consejo es que si eres agente externo (familiar de pareja que rompe) apoya a quien te corresponda, no juzgues porque de puertas para adentro no sabes qué ha vivido la pareja que rompe y no te metas porque solo logras complicar más el duro trance.
ENTREVISTA A LOLA EN EL PODER SANADOR DE LA MÚSICA: EL DIVORCIO, CÓMO LO VIVIÓ
1- Quién eres: cuenta a qué te dedicas y desde cuándo. Qué representa la música para ti y qué te une a ella
Soy Lola Martínez Mejias. Tengo 63 Años. Soy gerocultora y trabajo en una residencia desde el 2009. Terapeuta, de terapias naturales y energéticas desde el 2011. La música para mi es parte de mi vida, desde que tengo uso de razón, siempre me ha encantado cantar y bailar.
2- ¿Cómo ocurrió tu divorcio? ¿Fue un proceso progresivo de plantearte la posibilidad, asimilarla y llevarla a cabo a lo largo de un tiempo o hubo algún momento puntual que desencadenó la decisión directamente?
Mi divorcio fue progresivo, se gestó durante dos años. El principal detonante fue que mis hijas tenían la vida más o menos resuelta: la mayor ya vivía con su pareja, y la menor se iba fuera a estudiar. Yo comencé a estudiar y hacerme un espacio para mí, y él lo vió como que le estaba dejando y me dió un ultimátum «o dejas de estudiar o nos separamos» y así fue. No me planteé el hecho de dejar de hacer lo que en ese momento quería y no lo había podido hacer hasta ese momento; en eso también influyó lo aburrida que era ya nuestra convivencia.
3- ¿Qué te aportó escuchar música durante el proceso de divorcio?
La aportación de la música en ese proceso fue muy importante. Me desconectaba, me permitía dejar de pensar y me hacía sentir alegre, incluso aprendí a reírme de mí misma sin sentimiento de ridículo.
4- ¿Hasta qué punto consideras que la música ayuda en procesos complicados como el que viviste?
Para mí fue muy importante el hecho de poder evadirte de la tristeza en la que se suele estar... Considero que es mucho mejor que cualquier antidepresivo.
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5- ¿Y en etapas de la vida donde hacemos parones diversos como lo que te ocurrió?
La música siempre te ayuda en todos los parones que tengas.
6- ¿Qué te genera escuchar música en este momento actual de tu vida?
Un auténtico placer, además tengo la ventaja de que me gusta toda la música en general. Aún con algunas preferencias, clásica, rock... Etc. Desde que comencé a hacer terapias en camilla trabajo con una música con sonidos vinaurales, Hemi Sync, que ayuda muchísimo a la relajación.
7- ¿Qué le dirías a alguien que esté pasando por un divorcio?
Pues es que no es fácil, ¡uff! puesto que aunque no es fácil para ninguno de los componentes de la pareja: siempre uno de ellos lo pasa peor.
8- ¿Crees que habría cambiado algo en tu proceso de transición personal el no haber contado con la música como apoyo?
Posiblemente, el bueno seguro que sí.
9- ¿Qué podemos hacer para ayudar a personas que tengamos alrededor con situaciones similares a las que has vivido? ¿Qué deberíamos evitar hacer y/o decir?
Creo que cada uno debe de vivir su duelo, y sólo si te lo piden ayudar. Eso sí estar ahí para escuchar, apoyar, acompañar, sin más.
10- Playlist de 10 canciones que te ayudaron a sobrellevar aquel momento y que son esenciales para ti
Además de música clásica, Opera, Zarzuela, etc. también scuché estas canciones:
Fito y los Fitipaldis - La casa por el tejado
The Pretenders - Don't Get Me Wrong
Eric Clapton - Tears in Heaven
Estopa con Rosario - El Run Run
Manolo García - Pájaros de barro
Janis Joplin - Cry Baby
Miguel Ríos - El río
Triana - El patio
Extremoduro - Si te vas
Carlos Nakai - Canyon people
Eric Clapton - Layla
11- Aquí despídete y pon lo que te apetezca ;-)
Bueno, he compartido más o menos mi vivencia y espero sobre todo que pueda servir para ayudar. Gracias, gracias, gracias.
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