El Poder Sanador de la Música es la nueva sección en blog de Distrito Uve que estreno el martes 17 de octubre 2023 y quiero contarte de qué va y el origen. Es un lugar enriquecedor donde conocer historias de superación, vivencias intensas y reflexiones para poder replantearnos muchas cosas que necesitan revisarse para evolucionar como personas, como sociedad, etc. Qué mejor que hacerlo con testimonios reales.
Desde luego se trata de un espacio emocionante, con historias de superación diversas pero con un mismo punto en común: la música como salvavidas, como evasión, como soporte...
Si me sigues desde hace tiempo -o incluso años- sabrás que mi historia con la música es de pasión y amor verdadero acompañándome desde que tengo uso de razón, y en los momentos más jodidos de mi vida ha sido mi fiel compañera ayudándome a purgar emociones, de hecho en 2021 estrené el blog personal Sopa Frita en mi Cabeza donde genero artículos reflexivos emocionales de diversas temáticas y acompañando cada texto con una pieza musical que marida muy bien con cada fideo reflexivo enfatizando mucho más el mensaje a trasladar.
Así que inmersa en una transición temática y profesional absoluta que te contextualizo y detallo más abajo, decidí este verano que debía regresar a esa redacción emocional también aquí sin dejar la parte reflexiva que tanto me gusta. Te recomiendo leer artículos como Jenny Lens, la fotógrafa del punk o Cómo ser buen público en eventos: lo que deberíamos hacer y ejemplos de ayer y hoy a evitar o Celebra el día de la sonrisa: origen y 3 canciones internacionales que me hacen sonreir o Amor al arte y remuneración: ¿el dinero empaña el romanticismo creativo?
¿DE QUÉ VA ESTA SECCIÓN "EL PODER SANADOR DE LA MÚSICA"?
Cada semana vas a encontrarte una nueva historia de superación que son vivencias emocionantes de diferentes personas que han querido participar para ayudar a más gente pasando por lo mismo.
El formato es altamente emocional, tal y como me gusta redactar y abordar el contenido porque para material prefabricado, hueco y con poca profundidad, ya hay muchos sitos. Además, considero que abrir sentimientos es clave para purgarse, para visibilizar situaciones desde la máxima sinceridad, y solo es posible hacerlo con el corazón en la mano.
Precisamente la imagen corporativa de esta nueva sección son dos manos generando y sosteniendo una bola de energía con un corazón formado por elementos musicales: me parecía una descripción gráfica perfecta para todo lo que se va a mover en esta nueva sección.
Aunque las historias son muy diversas sí hay un punto en común: todas las personas que han decidido contar sus historias recomiendan música que ayudó en su proceso.
ESTRUCTURA DEL CONTENIDO
Cada historia la abro generando una narración personalizada para contextualizarte cada vivencia semanal, y después va una entrevista emocional adaptada a cada persona y su historia, pero sí hay algunas preguntas comunes que considero esenciales de formular sí o sí independientemente del tema abordado.
Y al final de cada entrevista se encuentra la lista de música recomendada por cada protagonista, así conocerás qué piezas ayudaron a sanar, animaron, etc. y seguro que descubrirás auténticas joyas. Te aseguro que hay mucha variedad, algo que aquí siempre he buscado, por lo que mantener la mente y las orejas abiertas será necesario para disfrutar al máximo de esta nueva sección que he creado con mucho mimo.
Sobre los temas que encontrarás te menciono ya unos cuantos confirmados:
Burn out en ámbito musical y superación familiar
Salud mental: depresión, ansiedad, trastorno bipolar, etc.
Estancia en prisión
Lucha contra el cáncer
Divorcio
Pérdida de ser querid@
y muchas historias más, de hecho tengo ya vivencias semanales confirmadas hasta diciembre de este año: gracias a cada persona que ha querido participar abriendo su corazón.
¿PORQUÉ NACIÓ "EL PODER SANADOR DE LA MÚSICA"?
La vida es una sucesión de vivencias que nos hacen experimentar, y muchas veces esas experiencias son tan duras como para hacer replantearse todo lo que nos influye directamente. En diciembre del 2022 me di de baja como autónoma, tras unos meses de incertidumbre ante la crisis acuciada en cultura tras la pandemia por Covid-19.
Aunque no me faltó nunca trabajo desde que me di de alta en 2018, y doy gracias por ello, cuando ves que todo va en aumento -precios, gastos...-, junto con una cuota fija a pagar cada mes ingreses lo que ingreses (incluso si no facturas prácticamente nada) y no eres lo suficientemente feliz con lo que haces llega el momento de poner remedio y tomar decisiones. A pesar de no faltarme clientela estos años (trabajé para diversas bandas, entidades públicas y privadas, empresas... Mira en apartado Clientes de VB comunicAction) pasaba por agonía y estrés con cada cierre de trimestre desde mediados de 2021 en adelante, porque hubo meses donde el volumen de trabajo no era el que permitía pagar gastos con holgura y encima echando muchas horas de trabajo a diario.
No me di cuenta de la ansiedad que me estaba generando todo aquello hasta que un día en noviembre 2022 me senté en la que era mi oficina de trabajo desde enero 2020 y me eché a llorar aparentemente sin un sentido, pero sí lo tenía: estallé y no podía más con todo aquello a nivel emocional. Realmente la precariedad que conlleva el sistema a niveles de pequeñ@s autónom@s me consumió sin darme cuenta. Y dije "basta ya, o la salud mental o el trabajo precario".
Varios meses de asimilación tras darme de baja con tristeza, sentimiento de fracaso y dolor emocional bastante grande se fueron disipando al mismo ritmo que iba comprendiendo que era necesario romper con todo por mi equilibrio emocional y psicológico, y que si la vida me había puesto en aquella situación era para aprender -sufrir es experimentar y viceversa-.
Era el momento de regresar a aquello que me conectase con los inicios de Distrito Uve que abrí en noviembre del 2010: ¿qué me había llevado a abrirlo entonces? mi pasión por escribir, por la música y por poner en órbita contenido que mereciera la pena; y también me pregunté algo relevante para salir del pozo oscuro en el wue me encontraba a nivel anímico: ¿qué quiero hacer ahora mismo que realmente una lo que me apasiona con lo que puedo aportar para ayudar a mejorar a l@s demás? y ahí me di cuenta de que lo que verdaderamente quería y me llenaba es generar contenido emocional vehiculizando historias y contenido de calidad con música a recomendar para que a más gente le sirva tanto las historias como la música.
Empecé por contactar con un preso de la cárcel de Villanubla que era músico -y lo sigue siendo-, y con el que quería contactar desde 2020 o antes -era una idea que me rondaba por la cabeza desde hacía años- porque le conocí antes del suceso que le llevó al centro penitenciario y siempre me quedó una espinita tras la noticia de su ingreso. Me había enterado que tenía un grupo de música dentro de la cárcel y quería contarlo porque hay muchos prejuicios en torno al mundo penitenciario. Lo había pospuesto mucho tiempo, pero ya por fin disponía de horas para mí. Logré poder visitarle en agosto, y cada mes voy para ponernos al día -gracias a su familia y su pareja actual-. Su historia forma parte de esta sección que leerás más adelante, y todo aquello marcó el inicio de lo que ya es esta nueva sección "El poder sanador de la música" y que te puse al principio del texto pero que te repito: es un lugar enriquecedor donde conocer historias de superación, vivencias intensas y reflexiones para poder replantearnos muchas cosas que necesitan revisarse para evolucionar como personas, como sociedad, etc.
¿QUIERES CONTAR TU HISTORIA?
Si quieres participar dime cómo te ayudó la música, escríbeme un email contándome un poco por encima tu historia a servicios.distritouve@gmail.com y te responderé lo antes posible.
Ya cuento con historias semanales confirmadas hasta todo el mes de diciembre inclusive, y quiero darte voz.
Tu historia y mi blog reflexionando desde el corazón :-)
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Cada semana nuevos artículos, te espero.
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